El problema de la desarmonía

Jornada en Zaragoza. Primera sesión de coaching estratégico en la ciudad del Ebro con una directiva de alto nivel, con un potencial espectacular. Ha sido un placer y un privilegio empezar a servir de espejo (que es lo que hacemos las/los coaches) de una profesional con tantas ganas, tan sana ambición y con las metas tan claras. Lo mejor está por llegar.

Además, he tenido la ilusión de enviar el prólogo a la edición en castellano del libro de Silvia Damiano, y el epílogo del nuevo libro de Álvaro González-Alorda, que tanto éxito ha obtenido con “Los próximos 30 años”. Serán dos grandes libros para el inicio de la temporada 2011-2012, aquella en que el cambio se va a manifestar como nunca.

Me ha gustado mucho la entrevista que leí ayer en El Mundo a Ricardo Muti, Director de Orquesta y Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2011: “El problema de hoy es la desarmonía”. Las frases más destacadas son:

- “El virtuosismo es la técnica y la pasión es la fantasía. Fantasía y razón constituyen el equilibrio ideal. No ocurre así cuando la pasión está aislada o la razón se queda sola. En el primer caso se corre el riesgo de un apasionamiento salvaje, sin domesticar. En el segundo, el peligro está en la frialdad”.

- “La música no conoce las fronteras ni las diferencias. La música contiene un ejemplo luminoso”.

- “La música es una misión. Y se percibe de una manera evidente a medida que pasan los años. Al principio, se piensa más en hacer carrera, en el éxito. Luego reparas en los valores fundamentales del arte y en la trascendencia de la armonía. El problema de hoy, de nuestro tiempo, consiste en la desarmonía. Hemos perdido el sentido de la belleza, de la estética. Los griegos decían que lo bello es justo y bueno. Nada que ver con la desarmonía del hambre, de la tragedia, del dolor, de las catástrofes”.

- “La vida es teatro. Y los seres humanos vivimos y morimos en el escenario de la vida. En el caso de los meridionales tenemos un sentido más acusado del drama, de la tragedia, que nos viene del Mediterráneo, de la religión. Somos pueblos que vivimos en la luz, en el mar, en el sol y que al mismo tiempo nos caracterizamos por la nostalgia, por la melancolía. El árbol del Mediterráneo es el olivo, que es un árbol de paz, pero tenemos al mismo tiempo un sentido de la tristeza. Somos pueblos complejos. Y esa complejidad se traduce en el optimismo y en la nostalgia. Nos identifica la exuberancia. Nuestra antigua Historia. Pero también lo hace el hecho de que seamos idealistas sin ilusión”.

- “Admiro mucho de Chicago el sentido del pragmatismo, que no es un pragmatismo ciego. Admiro la determinación, la serenidad, la flexibilidad, la inmediatez”.

- “Europa se está equivocando cuando maltrata la cultura o cuando la considera una cuestión secundaria. Estamos descuidando nuestra historia, nuestras raíces, nuestra identidad. Y no me refiero a la identidad desde un discurso excluyente. Todo lo contrario. Me refiero a que la certeza de lo que somos nos permite la capacidad de asimilar. Más aún en un mundo globalizado, complejo, caracterizado por el vaivén de los flujos migratorios. La capacidad de asimilar y de integrar empieza por saber lo que somos”.

Bravo, Maestro Muti. Un Premio Príncipe de Asturias muy merecido. “La verdad puede enfermar, pero no morir del todo” (Miguel de Cervantes).

Mi agradecimiento hoy a todos los grandes directores de orquesta, desde mi buena amiga Inma Shara al maestro Ricardo Muti, que nos enseñan valiosas lecciones de Liderazgo.