Deliciosa Martha

Hoy he disfrutado, junto con mi compañera Helena, de una sesión de coaching de equipo en Boecillo (Valladolid). Nuestra empresa cliente es un gran grupo industrial y éste era el cuarto coaching de equipo para su alta dirección. Una experiencia sumamente gratificante.

Da gusto comprobar que personas de la más alta cualificación, con una gran experiencia, cada una con un criterio propio importante, pueden ir avanzando para convertirse en un equipo de verdad cuyos resultados van más allá, mucho más allá, de los que cada uno conseguiría por separado. De hecho, son tan formidables los retos que se han marcado (se trata de una organización de más de mil personas, con clientes extremadamente exigentes y procesos de innovación tecnológica) que trabajar o no en equipo en la alta dirección es la diferencia, no ya entre el éxito y el fracaso, sino entre la supervivencia o no de la compañía.

Afortunadamente, en este caso tienen la humildad de querer seguir aprendiendo en su evolución como equipo, de ser cada vez más asertivos y comunicar mejor, de responder al reto juntos y no tirando cada uno a lo suyo como hacen el 80% de los comités de dirección. Por eso, una de cada cuatro S.A. están cerrando al año en nuestro país y esta empresa tiene un futuro muy esperanzador.

Era hoy el Foro Mujer y Liderazgo, de Aliter. Una jornada muy especial a la que me encanta asistir y que seguro que ha ido de maravilla, tal como la preparan Martín Hernández Palacios y su equipo. Y también ha sido este jueves la jornada de APD "Innovar es posible", que según mi amiga y pupila de coaching estratégico Mercedes ha estado estupenda. La sociedad civil, el mundo empresarial, en estos días finales de campaña, se sigue moviendo. Como debe ser.

Hoy he estado leyendo “Viaje de ida y vuelta”, autobiografía del jugador del Barça y de La Roja Gerard Piqué y creo haber entendido muchas de las claves de su personalidad. Socio del Barça desde su nacimiento (su abuelo, Amador Bernabéu, fue VP del FC Barcelona y directivo de la Real Federación Española de Fútbol), desde niño combinando los estudios y el aprendizaje del balompié, con un contrato con IMG desde los 15 años y a los 17, fichado por el Manchester United (mucho hay que querer una actividad para dejar una familia estable, con unos padres amorosos y vivir solo en un ambiente mucho menos apacible). Un error humano en un partido le restó la confianza de su entrenador, sir Alex Fergusson y el Barça de sus amores le pudo recuperar sin problemas, justo cuando se iniciaba la era Guardiola. No hay mal que por bien no venga. Su excelente relación con el capitán Carles Puyol (a quien le vino de maravilla este “soplo de aire fresco” en el equipo tras el fallecimiento de su padre y la separación de su pareja) ha creado un tándem formidable en el Barça y en la selección. Doble Liderazgo.

Ya por la noche, han emitido en La 2 una de mis películas favoritas, “Deliciosa Martha” (2001). Una cinta de Sandra Nettelbeck cuya sinopsis es la siguiente: “Martha (Martina Gedeck) es una encantadora cocinera que realiza verdaderas obras de arte en un pequeño restaurante de Hamburgo. Aún así su vida es bastante monótona. Es introvertida, casi no tiene vida social y se dedica con pasión a su trabajo. Pero su vida cambiará de repente cuando su hermana, una mujer soltera que vivía sola con su hija de ocho años, muere en un accidente. Martha se hace cargo de su sobrina Lina, que sufre mucho por la muerte de su madre. Sólo la presencia de Mario (Sergio Castellito), un compañero italiano de Martha, pondrá un poco de alegría y de pasta en sus vidas. Mario deja de ser un rival para convertirse en un buen amigo. Pero un día aparece el padre de Lina, al que Martha había intentado localizar, con la intención de llevarse a su hija a Italia. Martha tendrá entonces que tomar una decisión”.

Una película maravillosa, plena de sentimientos, narrada con elegancia y dulzura. Tan exquisita como los platos que prepara Martha. En un curso en República Dominicana, hace algunos años (un programa de liderazgo para futuros directores de hotel en la Universidad Católica de Santo Domingo), para incentivar que los alumnos fueran puntuales, ponía diez minutos de esta película cada día al comienzo de la clase. Los alumnos estaban siempre allí porque no querían perdérsela.

Los yanquis hicieron su propia versión de la película, “Sin Reservas”, a la mayor gloria de Catherine Zeta Jones, señora de Michael Douglas. Una lástima. No tiene el encanto, la gracia ni la sensibilidad del original.

Si no has visto “Deliciosa Martha”, no te la pierdas. Resulta imprescindible para quienes amamos el séptimo arte.

Mi agradecimiento al equipo de dirección con el que hemos tenido el privilegio de trabajar hoy y a mis compañeras Elena y Helena, así como a las buenas gentes de Boecillo que nos han ayudado.