Españoles sobre ruedas

25 de julio, festividad de Santiago Apóstol. Hoy es el gran día del Año Santo Compostelano. Gracias a los buenos oficios de Enrique Ulloa, a la generosidad de Santiago Sesto (APD Noroeste) y su equipo y a los organizadores del Congreso de AEDIPE (Antonio, Santi, Belén, etc), he tenido la oportunidad de ir a Galicia en numerosas ocasiones en los últimos meses, y espero seguir yendo, al menos en septiembre y en noviembre. Sí, Galicia es dónde y ahora es cuándo.

Esta mañana he ido a ver la película “Madres e hijas” de Rodrigo García, el hijo de Gabriel García Márquez. Me la habían recomendado dos buenos amigos, Miguel Ángel y José Mari. Gracias a los dos, porque (al menos para mí) habéis acertado plenamente. Es una cinta muy interesante. Esta es la crítica de www.peliculas.info:
“Karen es una mujer de cincuenta años angustiada por el pasado: a los 14 años dio en adopción a su hija. Ahora, cuidando a su madre enferma y reacia a cualquier tipo de relación humana, Karen no puede dejar de pensar en lo que habrá sido de esa niña, ahora una mujer, escribiéndole cartas que nunca va a recibir.
La cuarta película de Rodrigo García, hijo del escritor colombiano Gabriel García Márquez, ha vuelto al terreno del drama y las relaciones humanas en el que se ha desenvuelto toda su obra, tras acometer el rodaje de Passengers (2008), un encargo que quizá se alejaba un tanto de su terreno natural.
Su habitual participación como director en series de televisión (Los Soprano, A dos metros bajo tierra) han vigorizado y depurado su estilo, sin lograr que pierda el interés por sus temas habituales.
Autor también del guión de la película, Madres e hijas aborda el tema de la maternidad defendiendo los lazos de sangre como un vínculo eterno e irrompible que ensalza la condición humana y, concretamente, la femenina. No es esta un película que reivindique la feminidad como equiparación de roles sociales entre hombres y mujeres, sino por el profundo significado de la concepción.
Aunque el hilo principal del argumento es la angustia de Karen (Annette Bening) ante la ignorancia de lo que haya podido suceder con su hija, la película tiene un elaborado guión que narra otras dos historias más que terminan uniéndose con la principal. Así conocemos a Elizabeth (Naomi Watts), una brillante abogada y mujer de voluntad maquiavélica que se queda embarazada de Paul (Samuel L. Jackson), el dueño del bufete donde trabaja. También conoceremos la ansiedad de Lucy (Kerry Washington) al comenzar un proceso de adopción por la imposibilidad de dar un hijo natural a su matrimonio.
Las tres historias van aconteciendo en pantalla de un modo fragmentario pero progresivo y, aunque no es difícil adivinar la resolución de todas ellas, el autor no juega a la sorpresa fácil y al giro argumental que sorprenda al espectador. Rodrigo García está más interesado en la comunicación de los estados emocionales de sus tres protagonistas, algo que consigue de un modo brillante en mucha de las secuencias. Y a transmitir un reposado veto al aborto y un apoyo incondicional a la adopción como solución ante situaciones adversas de embarazo.
Para tan difícil ejercicio de transmisión de emociones era imprescindible contar con un sólido plantel de actores, algo que Rodrigo García ha vuelto a conseguir como ya sucedió en Nueve Vidas (2005). Empezando por las sólidas aportaciones en papeles secundarios de Samuel L. Jackson, Jimmi Smits y la impecable monja encarnada por Cherry Jones y terminando por los excelentes trabajos de Kerry Washington, la impresionante interpretación de Naomi Watts y una extraordinaria Annette Bening dando un recital de contención y expresión dramática que hace que lamente su matrimonio con Warren Beatty si esa es la causa para no verla más a menudo en pantalla.”

Desde la hora de comer, maratón de deportistas españoles dando lo mejor de sí mismos. Fernando Alonso ha vuelto: ha ganado con autoridad el GP de Hockenheim y recorta 13 puntos a Hamilton en la clasificación del Mundial. Después, Alberto Contador ha ganado su tercer Tour de Francia en los Campos Elíseos. Y en motociclismo, Gran Premio de Estados Unidos, con Jorge Lorenzo y Dani Pedrosa.

¡Qué grandes lecciones de fortaleza mental, de espíritu de superación, de labor de equipo, nos dan nuestros deportistas! Gracias a todos ellos, los que están en la élite y los que están creciendo para alcanzarla.