¿Es mejor jugar contra los favoritos?

Día de propuestas comerciales (elaboración de una estrategia de talento para un municipio, coaching) y de reuniones internas.

Me ha gustado el artículo de mi admirado John Carlin en la contraportada de As. Titulado ¡Despierta Del Bosque!, comienza así:
“Es verdad que España no ha tenido la suerte que tuvo Alemania de jugar contra equipos caóticos como la Inglaterra del sargento Capello y la Argentina del dios Maradona, que jugó contra equipos ordenados y fuertes como Paraguay y Portugal. Pero tampoco debería de haber sufrido tanto para llegar a semifinales”. Y después añade: “España no tiene puntos débiles en posiciones claves como tenían Inglaterra y Argentina. No hay en España un Heinze, un Otamendi, un Robert Green (el portero inglés contra EE UU), un Emilio Heskey. Y juega, a diferencia de Argentina, con más de un centrocampista”. Carlin propone (y un servidor lo comparte) que contra Alemania salga Cesc. Ha aparecido contra Chile y Paraguay en el minuto 55 y el panorama ha cambiado radicalmente. John concluye: “Si España quiere ganar el Mundial, Cesc debe jugar de titular”.

De John Carlin es la idea de “la centralidad del entrenador” (la importancia del coach, de igual forma que la calidad directiva es determinante para la productividad y la competitividad) y la necesidad de que “Cesc Fábregas ejerciera de capitán” (la médula espinal, en La Roja o en cualquier empresa, es determinante). En este artículo, me ha sorprendido especialmente que Carlin considere que Alemania “ha tenido suerte” por enfrentarse a viejos ídolos como Inglaterra y Argentina (a cada una de estas selecciones “favoritas” les ha metido cuatro), respecto a España, que ha tenido que sufrir en partidos bien planteados por Chile, Portugal y Paraguay. Si esto es así, La Roja está más preparada que los alemanes para el compromiso del miércoles de San Fermín.

Las apuestas nos dan favoritos, Villa está en racha y a Torres probablemente habría que reservarlo para la final (me encanta la actitud de Fernando, pero seguir poniéndole cuando no está fino le coloca ante el precipicio).

En cualquier caso, de la Alemania actual me gusta lo mismo que La Roja de la Eurocopa 2008: su juventud, su multiculturalidad, su descaro. El hambre es parte del talento (como señalo en el artículo de Dossier Empresarial de esta semana) y Alemania lo ha demostrado mejor que nadie (de momento). El partido del día 7 a las 20.30 horas es la final anticipada. PODEMOS.