"La Roja" o "El tío de la vara"

Anoche, después de tomar pescaíto frito en El Espigón, un delicioso restaurante en la zona de Heliópolis de Sevilla (junto al campo del Betis), estuve viendo un rato en la tele El show de José Mota, que a mi hija Zoe le encanta (ella lo estaba viendo en Madrid). Entre los personajes preferidos por el público, “El tío de la vara”, un justiciero manchego que deshace entuertos a base de pegarle con la vara al malhechor. “El tío de la vara”, que interpreta José Mota, dice desde lo alto de una cima, “¿Sus habéis fijao cómo recorto en silueeeta?”.

En la página central de Cinco Días, dentro del suplemento Empleo y Directivos, Manuel G. Pascual destaca Los empresarios necesitan el espíritu de ‘La Roja’. Se refiere a la intervención de Jorge Carretero (Real Federación Española de Fútbol), Santiago Álvarez de Mon (IESE) y un servidor en el XVIII Foro del Club de Excelencia en Gestión el pasado martes. Destaca de las palabras de Jorge Carretero que el dinero mueve un dinero equivalente a la 17ª potencia mundial, de SAM “el talento hay que saber cuidarlo, estimularlo y saber detectarlo”, de un servidor que “el capitán o director de un equipo humano tiene que saber sacar lo mejor de cada uno” (el líder como coach), de la Presidenta de Banesto, Ana Patricia Botín, que “la palabra clave para salir de la crisis es la calidad” y del Consejero Delegado de Urbaser y Dragados, Javier Polanco, que “el problema del empresariado español es que no nos creemos capaces de ser una empresa internacional en un mercado global”. Precisamente de internacionalización habla Paz Álvarez en el mismo suplemento. Doce empresas españolas (Santander, Telefónica, Repsol YPF, BBVA, Iberdrola, ACS, Cepsa, Mapfre, Acciona, Ferrovial, FCC y Gas Natural Unión Fenosa) están entre las 500 mayores empresas del mundo. Me cabe el privilegio de haber trabajado con todas ellas. Son la punta del iceberg de las más de 2.000 multinacionales españolas y las más de 100.000 empresas que exportan. De la internacionalización depende nuestro futuro.
También en Empleo y Directivos, el artículo El poder del coaching, de Karen Kimsey-House. “El coaching tiene la capacidad de ampliar los recursos disponibles y crear entornos de trabajo que fomentan la responsabilidad compartida y la creatividad dinámica y colborativa”. Según un reciente estudio de Pricewaterhouse con 2.100 clientes de coaching en 64 países, el 78’5% de los profesionales que habían experimentado el coaching se mostraban muy satisfechos y el 96’9% repetiría su experiencia de coaching. El retorno medio para la empresa es de siete veces la inversión inicial. “Trabajar con modelos de transformación humanistas tiene sentido empresarial”. Sin ninguna duda.

O “El líder como coach”, lo que un servidor ha estado trabajando estos días en Sevilla con los responsables de más del 90% del personal de Supermercados MAS, o las antiguas “dotes de mando” que personifica ese “tío de la vara”. Con la vara (real o ficticia) obtienes miedo, obediencia, parálisis. Con el desarrollo del talento, con el cultivo del mismo, consigues climas de satisfacción y alto rendimiento, personas responsables y motivadas, trabajo en equipo, innovación y calidad de servicio al cliente. son dos vías muy distintas: la del entrenador, la del tirano.

En el AVE de vuelta a Madrid he estado leyendo Engage Me (Implícame, aunque el verbo “to engage” tiene más fuerza, algo así como “engancharse”) de la mayor experta hispana en Neuroliderazgo, la argentina residente en Australia Silvia Damiano. Un libro de próxima publicación en inglés y que espero pronto tengamos en castellano. Datos relevantes: las empresas con gente más comprometida generan más ingresos, beneficios y rentabilidad por acción. Las personas más implicadas desempeñan su trabajo un 20% mejor y tratan menos en un 87% de abandonar la compañía (fidelización, rendimiento). Las oficinas con personas involucradas son un 43% más productivas. En el mundo, un 29% de los profesionales muestran un alto nivel de compromiso, un 54% no está implicado y un 17% está activamente desenganchado (datos de Gallup).

¿Qué es el “engangement”? “Es poner tu cabeza y tu corazón en lo que haces y amarlo” (Silvia Damiano). Las tres E (en inglés) de la Implicación son “Enjoyment” (Disfrute), “Emotional connection” (Conexión emocional), “Empowerment” (Responsabilidad). Silvia explica neuronalmente el concepto a partir de la noción de “flow” (fluidez). “Saber cómo irradiar emociones positivas es un asunto muy serio”. Las emociones (y sólo las emociones) son contagiosas, para bien o para mal. Los valores son los principios que guían nuestros dilemas. La inspiración y los valores son los dos ingredientes principales del compromiso.

La segunda parte del libro es sobre “la biología del compromiso” (el tema sobre el que habló Silvia Damiano en el último Congreso internacional de Dirección de Personas en Port Aventura). Cada uno de nosotros está compuesto de 50 billones de células, que en un entorno favorable, tónico, se activan y en uno tóxico evitan las respuestas, la responsabilidad. La falta de seguridad y la depresión activan el circuito de las amenazas. La implicación tiene un impacto biológico real. ¿Motivación? Según los estudios de Ben Palmer (Genos), el 53% de los empleados están motivados por una función en la que puedan hacer una contribución a la sociedad. El 43% se motiva con un trabajo si sus jefes son competitivos (profesionales). El 27% está desmotivado y el 58% está desmotivado si los procedimientos de la empresa son muy rígidos. El respeto y la confianza incrementan la productividad. Cerebro social (Lieberman y Eisenberg, neurocientíficos de UCLA): la buena relación con los demás activa el circuito cerebral del placer. El 48% de las personas prefieren entrevistas cara a cara; el 42%, reuniones de equipo cara a cara; menos del 10% prefieren contactos virtuales. “Construyendo relaciones creamos una fuente de amor, orgullo personal y pertenencia que hace más fácil vivir en este caótico mundo” (Susan Lieberman). “Escuchar es algo magnético y extraño, una fuerza creativa. Cuando nos sentimos escuchados, eso nos crea, nos expande” (Gina, coach transformadora). El altruismo genera posibilidades y beneficios ilimitados. Un propósito en la vida es algo mágico. Y el Liderazgo que engancha.

“Engage Me”, el libro de Silvia Damiano, es el texto definitivo sobre gestión de la implicación y el compromiso. Además he tenido el disfrute de leerlo en el tren, desde Andalucía a Madrid pasando por Castilla - La Mancha escuchando el “Básico” de Revólver: Dos por dos, Tu noche y la mía, Esclavo de tu amor, Como único equipaje, El roce de tu piel, Dentro de ti (Valencia), Si es tan solo amor, Fuera de lugar, Si no hubiera que correr, Si es tan solo amor, San Pedro, Manager’s blues, Ten fe en mí… Maravilloso.

Felicidades a mi amigo Gabriel Masfurroll, ex VP del F. C. Barcelona, fundador de USP Hospitales, consejero de APD y epiloguista de Liderazgo Guardiola. Acaba de ser abuelo (de Gaby Peke). Su nieto Gabriel Masfurroll Martínez-Orozco es socio del Barça desde el minuto uno de vida, Pep Guardiola y su equipo le ha regalado una camiseta firmada (el capitán Carles Puyol ya se ha hecho una foto con él) y desde la habitación del hospital (el Instituto Universitario Dexeus) se ve el Camp Nou. “Otro culé que va coincidiendo con el mejor equipo de la historia”, escribió hoy el orgulloso abuelo en su artículo sabatino del Marca. Me he permitido felicitarle esta misma tarde vía SMS y es el hombre más feliz del mundo con su Gaby III. Bien merecido lo tienes, querido Gabriel.