Cómo arreglarlo con resiliencia

La última semana del invierno comienza con muchísima acción. En la oficina, después de una reunión interna con varios compañeros de Eurotalent, me he entrevistado con un antiguo compañero de mi empresa anterior que, después de pasar varios años en Canarias y en línea, ha vuelto a Madrid y quiere trabajar en consultoría de alta dirección. Tenemos que avanzar en un par de semanas en la posibilidad de que se integre con nosotros.

Después he ido con Nacho García a ver al Presidente ejecutivo y al Director de RRHH de una gran multinacional industrial, líder en su sector, que a pesar de la que está cayendo está aumentando cuota de mercado y ganando dinero. Vamos a hacer una próxima sesión de coaching de equipo con el Comité de Dirección, con el que hemos trabajado anteriormente. Esta empresa, sin duda, es una de las ganadoras (o, como dicen ellos, “en la jungla, aunque las cosas estén mal, el león nunca pasa hambre”).

Almuerzo en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas para analizar varias propuestas de Eurotalent ligadas al mundo del deporte.

Y por la tarde, también con Nacho, el Director de RRHH de una tecnológica que lo está haciendo particularmente bien en esta crisis nos ha pedido una propuesta de Modelo de Liderazgo (incluyendo perfil, evaluación del desempeño y assesment) para 100 directivos.

En esta crisis está aumentando el gap entre las empresas que saben aprovechar las oportunidades y las que se rinden a las primeras de cambio.

Este fin de semana, en el suplemento Empleo y Directivos de Cinco Días, Paz Álvarez se hacía eco de la encuesta anual de PricewaterhouseCoopers (PwC) a 1.198 presidentes y consejeros delegados de 52 países, con el título Adaptarse para competir. El nivel de preocupación de los directivos españoles es 20 puntos superior a los de sus homólogos de otros países. El 44% prevé reducciones de plantilla y sólo el 8% aumentos (el 39%, a nivel global). Nuestros compatriotas consideran que la recuperación será más lenta; más del 75% se plantea la gestión de las personas a través del cambio y los programas de formación y desarrollo. “La fórmula del éxito empresarial se basa en la suma de estrategia, innovación y valores, todo ello multiplicado por las personas, que son el elemento diferenciador” (Laura González-Molero, Presidenta de Merck). “Se requiere un modelo productivo basado en la innovación, el conocimiento, la calidad, la tecnología, el talento y el valor añadido” (Carlos Mas, Presidente de PwC). “Es el momento en el que España tiene que decidir qué tipo de país quiere ser” (Rafael Díaz-Granados, Presidente de General Electric). “A las personas con alto rendimiento les motiva este nivel de exigencia porque saben que se les va a medir por sus resultados. El gran reto es la motivación, identificación y retención del talento a través de la promoción interna” (Pablo Isla, Consejero Delegado de Inditex). Talento, talento, talento.

He terminado de leer esta noche el último libro de Luis Rojas Marcos, Superar la adversidad. El poder de la resiliencia. Nuestro querido psiquiatra sigue tres leyes de vida: La 1ª, vivir nos propina terribles golpes bajos, previsibles e insospechados. La 2ª, el azar y la probabilidad son elementos decisivos e insoslayables de nuestra historia. La 3ª: cuando afrontamos adversidades, lo más común es superarlas.

El concepto de resiliencia (del latín resilire, rebotar), de la física (la propiedad de elasticidad que permite adaptarse sin romperse), fue llevado a la psicología hace seis décadas por Emma Werner y Ruth Smith estudiando el desarrollo infantil. El profesor Rojas Marcos incluye seis pilares de la resiliencia (conexiones afectivas con los demás, funciones ejecutivas, centro de control interno, autoestima, pensamiento positivo, motivos para vivir) y cuatro venenos para la supervivencia (pánico, aturdimiento, depresión, estancamiento). Ya se sabe: “Cuando hago el bien me siento bien. Cuando hago el mal me siento mal” (Abraham Lincoln).

O, como nos enseñaba Montse Ventosa en Expansión & Empleo, hay Diez mandamientos para la felicidad laboral:
- Céntrate más que nunca en lo que está en tu mano influir. Focalízate en aquello en lo que puedes actuar y cambiar.
- Haz lo que has dicho que vas a hacer. Y si no puedes hacerlo, ¡dilo! Promete menos y haz más.
- Crea tu propia marca. Sé coherente y consistente. Que tus acciones y tus palabras sigan una línea confiable.
- Date permiso para estar estresado, pero no pierdas los papeles, ni permitas que los nervios se apoderen de ti.
- Sé responsable, flexible y adaptable.
- Márcate pequeñas metas que puedas conseguir. Celebra que las has conseguido y comunica a tu jefe que las has logrado.
- No critiques. Busca la información veraz en tus jefes. No pidas cosas irracionales. En tiempos difíciles lo que importa es que el trabajo salga y lograr soluciones innovadoras.
- Trabaja en equipo, colabora y coopera.
- Da lo mejor de ti. Nuevas formas de hacer y de ser más eficiente.

Mi enhorabuena para Don José Castaño, que a sus 92 años sigue dando clase en un colegio público de Murcia sin cobrar. Represaliado por la dictadura, empezó a enseñar a los 58 años (en 1975). En 2007 recibió la medalla de oro al mérito en el trabajo. Ha dicho: “No creo que los niños de ahora sean peores que los de antes”.