Talento y Desempleados

Todavía estamos con la “resaca” del Cine Fórum de APD de ayer (Invictus), que ha sido un éxito espectacular. Una película memorable, unos invitados muy especiales y un impacto en los medios (desde el Telediario de la 1 anoche a los informativos de esta mañana, pasando por gran parte de la prensa deportiva). ¿Qué haremos para mejorarlo en la próxima ocasión? La responsabilidad es enorme, pero estamos comprometidos.

Esta mañana he estado con mi compañero Nacho presentando una propuesta de Coaching de Equipo a la dirección de RRHH de una multinacional de la electrónica que está creciendo en estos momentos difíciles al 15-20% y es considerada una de las mejores empresas para trabajar. Y he tenido almuerzo con un directivo de una gran empresa europea de energías renovables con el que empezamos coaching estratégico la semana que viene. Ya se sabe: hay ganadores y perdedores.

A la una he participado en el programa “Hoy por hoy” de la Cadena SER, para hablar del Talento. Cómo definirlo (“poner en valor lo que uno sabe, quiere y puede hacer”, más allá de la inteligencia y de ciertas habilidades), si hay Talento en Madrid (la capital no ocupa a nivel internacional el puesto relevante que merece), si hay Talento en las Universidades (estas instituciones son imprescindibles como atractores y desarrolladores de talento, aunque en ocasiones son endogámicas y de jerarquías muy férreas), el Liderazgo como Talento para dirigir a los demás (las 3 H: Humildad, Humanidad y sentido del Humor) y las 4 D del Talento (Disfrute, Diversidad, Dedicación, Dominio).

Como me han preguntado qué hacer para que los parados salgan de esta situación, me he permitido escribir un breve decálogo de ideas al respecto:

Diez sugerencias para Encontrar Empleo

1. Desterrar para siempre la palabra “Parado”. Según el diccionario de la Real Academia (primera acepción) es “remiso, tímido o flojo en palabras acciones y movimientos”. Los desempleados no son parados, no están parados. Están provisionalmente desempleados. Porque, como dice un dicho de Panamá “al que se aflige lo aflojan y al que lo aflojan se aflige”.
2. Buscar un Empleo es un trabajo en sí mismo. Requiere de una jornada laboral de ocho horas diarias con media hora de descanso, dividida en tres partes. Si no empiezas a “trabajar” entrarás en un círculo vicioso de desánimo, falta de confianza en ti mismo, depreciación de tu propio valor. Nadie quiere contar con perdedores.
3. Ir al INEM no es suficiente. Menos del 3% de las contrataciones de nuestro país se realizan por las vías de empleo público. Tenemos que ir mucho más allá, y si es posible, en Equipo. Haz un Equipo con otras personas que estén buscando Empleo.
4. Dedica un tercio de tu “jornada laboral” a detectar para qué estás hecho, cuál es tu Vocación, cuál es tu don, cuál es la semilla de tu talento. No valemos todo para todo. Y a poner en valor ese don en el mercado. Muévete, por las calles, en Internet. ¿Quién puede estar interesado por tu talento? ¿A quién le puede ser útil?
5. Dedica otro tercio de tu “jornada laboral” a potenciar tu Aptitud, tus conocimientos y habilidades, en cursos, leyendo, preparándote. Se necesitan 10.000 horas de duro entrenamiento para dominar cualquier disciplina.
6. Y dedica el tercer tercio de la jornada laboral, unas dos horas y media, a impulsar tu Actitud, tus cualidades. Básicamente, cinco: la Seguridad de uno mismo (la autoconfianza, que se muestra a través de la valentía), la Serenidad (la tranquilidad, la perspectiva, el autocontrol), el espíritu de Superación, el Servicio a los demás y la generación de Sinergias en el equipo. Haz una agenda de cómo estás en cada una de estas cualidades: puntúate, aprovecha tus oportunidades de mejora.
7. Encontrar un Empleo es cuestión de Confianza, propia y de los demás. Para ello, trabájate la Confianza. Tienes que darla, que otorgarla, antes de recibirla. Somos un país de relaciones personales, por tanto muévelas. Pide ayuda y demuestra a quienes te apoyan que eres una apuesta segura.
8. Iniciativa. Si quieres trabajar en una tienda, por ejemplo, analízala, pregúntate en qué la mejorarías, cuéntaselo al dueño, proponte para trabajar allí (valentía) con un periodo de prueba. Supera ampliamente las expectativas que pueda tener sobre ti.
9. Acude a las Empresas de Trabajo Temporal. Tú no estás mendigando un trabajo (no eres un coste; un trabajo es una “ocupación retribuida”), sino ofreciéndote para un empleo (un oficio, una profesión) en el que puedes aportar mucho, en el que le vas a hacer ganar dinero al empresario desde tu dignidad, desde el respeto, desde un buen servicio al cliente.
10. Cuenta con una persona amiga, de confianza, que te ayude a creer cada vez más en ti mismo y a la que le cuentes tus progresos. Cara a cara o por correo electrónico, explícale al final de cada semana lo que has hecho y cómo lo has hecho. Agradécele su ayuda (la gratitud es el mejor antidepresivo que hay) y que te sirva de espejo en los progresos.

Ya nos lo enseñó D. Miguel de Cervantes: “Confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades”.