El año Mandela

2009 fue “El año Guardiola” y este 2010 será “El año Mandela”. La ONU ha declarado el 18 de julio (su fecha de nacimiento) “Día Internacional de Nelson Mandela”, comenzando por este año. Dos de las principales semanales de este domingo se hacen eco de la versión cinematográfica de “El factor humano” de John Carlin, titulada “Invictus”, dirigida por Clint Eastwood y protagonizada por Morgan Freeman (interpretando espléndidamente al querido “Madiba”) y Matt Damon como el capitán de la selección sudafricana de rugby Françoise Pienaar.

Invictus (en latín, indomable) es un poema de William Ernest Henley (1849-1903), escrito desde la cama de un hospital cuando le iban a amputar una pierna por tuberculosis. Nelson Mandela tuvo consigo ese poema mientras se le mantuvieron encarcelado en Robben Island. En la película (que se estrena el 29 de enero en nuestros cines), ya como Presidente, Mandela se lo entregó al capitán Pienaar antes del mundial del 95 (para Nelson Mandela, como líder, era una gran oportunidad para unir a su país).

El poema, en castellano, es el siguiente:
INVICTO
Desde la noche que sobre mí se cierne,
negra como su insondable abismo,
agradezco a los dioses si existen
por mi alma invicta.
Caído en las garras de la circunstancia
nadie me vio llorar ni pestañear.
Bajo los golpes del destino
mi cabeza ensangrentada sigue erguida.
Más allá de este lugar de lágrimas e ira
yacen los horrores de la sombra,
pero la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el camino,
cuán cargada de castigo la sentencia.
Soy el amo de mi destino;
soy el capitán de mi alma.

William Ernest Henley

“I am the master of my fate / I am the captain of my soul”. En octubre de 2007, tras un viaje a Johannesburgo para participar en un Congreso de Inteligencia Emocional, escribí un artículo sobre Las competencias de Liderazgo de Nelson Mandela: Centrado en un propósito, Alto concepto de sí mismo, Optimismo, Serenidad, Auto-eficacia, Asunción de riesgos, Adaptabilidad y Resiliencia (resistencia a la adversidad). Nelson Mandela supo liderar a una nación herida tras el apartheid apelando a nobles ideales y fomentando la confianza.

En XL Semanal, Carlos Manuel Sánchez entrevista a Morgan Freeman (72 años). Resalta de su amigo Mandela que “no intenta destruir a sus enemigos, sino convencerlos hacia su causa. Les dice: No apretéis los puños, yo no quiero tener los puños cerrados. Los tenía cerrados, pero ya no. Sentémonos y hablemos”. El mismo reportaje recoge 8 lecciones de liderazgo de Nelson Mandela, escrito por Richard Stengel, que le ayudó a escribir su autobiografía:
1. “El coraje no es la ausencia de miedo. Es inspirar a otros para sobreponerse a él”.
2. “Hay que dar el primer paso, pero sin dejar atrás a tu equipo”:
3. “Debes liderar desde la retaguardia… pero hacer creer a los otros que estás en la vanguardia”.
4. “Conoce bien a tus enemigos… y aprende de ellos”.
5. “Hay que mantener a los amigos cerca… y a los enemigos, aún más”.
6. “Las apariencias son muy importantes… y también sonreír”.
7. “Nada es blanco o negro”.
8. “Rectificar también es una muestra de liderazgo”.

¡Qué contraste Mandela con el “dilema del prisionero” de la situación actual en nuestro país! Gobierno y oposición, condenados a entenderse, prefieren tirarse los trastos mutuamente. El líder de la oposición, pensando que así “heredará” el gobierno. El presidente del gobierno, tratando de ganar tiempo hasta que la crisis pase. Se trata de un juego de suma negativa, en la que el rehén (el país) sufre una confianza bajo mínimos. Según la última encuesta de Metroscopia, el Sr. Rodríguez Zapatero le inspira poca o ninguna confianza al 68% de los ciudadanos (entre ellos, al 39% de los votantes del PSOE); el Sr. Rajoy, al 82% (entre ellos, al 50% de los votantes del PP). El 73% de los españoles cree que el presidente del gobierno va improvisando sobre la marcha y el 63% que lo mismo le ocurre al líder de la oposición. La mitad de los votantes del PSOE está a favor de buscar otro candidato a la presidencia del gobierno. El 81% de los ciudadanos se muestra satisfecho o muy satisfecho con su vida; sin embargo, el 68% no tiene ningún proyecto ilusionante (en los mayores de 55 años, alcanza el 81%).

Llegaremos a tiempo. En Infoempleo, el publicista Joaquín Lorente nos ofrece Seis ideas maestras:
1. Asume que tienes que venderte (vender es una transmisión de convicción).
2. Si no ofreces un cielo, jamás tendrás creyentes. No pidas, ofrece.
3. El conocimiento es un motor parado. Lo mueve la actitud. Para ganar hay que desearlo con locura (“hambre de gol”).
4. Lo peor del miedo es que te derrota sin luchar.
5. La suerte es el azar aprovechado. Por eso hay que estar permanentemente atento a las oportunidades.
6. Triunfar es convencer de que lo que ofreces interesa.

La prensa de hoy tiene dos (periodistas) protagonistas. Uno es mi admirado Borja Vilaseca. En las páginas de Negocios de El País entrevista a George F. Loewenstein (la F es de Freud, porque es descendiente directo de D. Sigmund), pionero del comportamiento económico: “La codicia, al igual que la ambición y el poder, nunca se detiene. Es un círculo vicioso que te lleva a perder de vista lo que de verdad necesitas”. Para Loewenstein, somos codiciosos por vacío existencial. “Una cualidad innata, latente en el corazón de cada ser humano, es la generosidad. La verdadera riqueza se genera al dar, no al recibir”. En el mismo suplemento, Borja escribe sobre El amanecer de otra economía, con una de mis frases favoritas: “No hay nada más poderoso que una idea a la que le ha llegado su momento” (Víctor Hugo). Está empezando a brotar la “economía consciente”, cuyo objetivo es que el sistema, las empresas y los seres humanos cooperen para crear un bienestar social y económico verdaderamente eficiente y sostenible. Responsabilidad social corporativa, humanización de las condiciones laborales, respeto por el medio ambiente, comercio justo, consumo responsable, bancos éticos… Excelente visión de lo que está pasando. Y en El País Semanal, Borja Vilaseca se cuestiona ¿Qué necesito de los demás para ser feliz? Se lo pregunta a una gestora financiera casada (Teresa) que no ha podido ser madre, a una terapeuta (Elma) que ha sufrido en la relación con su madre, al ‘product manager’ de una escuela de negocios (Carlos) que quedó destrozado por una ruptura de pareja, a una educadora social (Nuria) que cayó en la depresión, a una empresaria divorciada (Giselè) que perdió a un hijo, a un estudiante universitario (Rafael) que se ha enfrentado a la temprana muerte de su padre. Enhorabuena, Borja. Excelente hat-trick de crecimiento personal. Tu querida Irene tiene que estar super-orgullosa de ti, de tu impacto en esta sociedad.

El otro es John Carlin (no le conozco personalmente, pero me encanta cómo escribe), que en las páginas de deportes de El País (en su columna El corner inglés) nos habla del libro Por qué pierde Inglaterra de Simon Kuper y Stefan Szymanski: nos habla de que el fútbol es uno de los peores negocios del mundo, que los penaltis impactan poco, que en general los equipos de grandes ciudades vencen a los de la capital, que los fans prefieren ligas con dos o tres favoritos, que el fútbol reduce la tasa de suicidios, que Noruega es el país más futbolero, que los jugadores brasileños y holandeses suelen estar sobrevalorados, que para fichar a un futbolista la mejor edad son 20-22 años, que los goleadores cuestan más que lo que valen y los porteros menos, que Inglaterra “es un país de héroes desafortunados que ya no domina el mundo, aunque debería”. Ay, si D. Álvaro de Bazán hubiera vivido lo suficiente como para liderar la Armada Invencible, todo lo que nos habríamos ahorrado. “Un entrenador siempre debe estar atento a las señales de que un equipo ganador se está desintegrando para entonces vender a los jugadores responsables antes de que los posibles compradores detecten su deterioro”. Una lección magistral sobre el talento. John Carlin ha escrito un maravilloso artículo de portada en El País Semanal, El partido de Eastwood y Mandela. A sus 80 años, el bueno de Clint ha dedicado su vida a pensar en la venganza. Con Madiba ha encontrado la paz, la suprema inteligencia.

El Año Mandela. Tenemos que aprender mucho de él para avanzar en una sociedad más consciente.