Me ha gustado mucho el libro de Antoni Gutiérrez-Rubí Lecciones de Brawn GP. Las 10 claves empresariales para competir con éxito. Antoni es asesor de comunicación y consultor político y dirige una empresa de asesoramiento en comunicación desde hace 25 años.
Como él mismo comenta en el inicio del libro, el germen de la obra es un artículo suyo en Cinco días el 11 de mayo de 2008, titulado Lecciones de Brawn GP. Y después se puso en contacto con Leonor Gallardo y con un servidor, como autores de La Roja. El triunfo de un equipo. Con esa “cadena de acontecimientos”, como dice Antoni, se puso en contacto con la editorial. La fortuna ayuda a los audaces. El resultado es un texto muy didáctico y entretenido.
Las 10 lecciones empresariales de Brawn GP son las siguientes:
1. La irrupción de lo imprevisto.
2. El triunfo de la creatividad y la simplicidad.
3. La estrategia ganadora.
4. La combinación de experiencia y juventud.
5. La ambición calculada.
6. La rapidez como actitud colectiva.
7. El desafío de lo establecido.
8. El caos es una oportunidad.
9. El tiempo de los audaces.
10. El triunfo del trabajo bien hecho.
“Sólo los lúcidos y los ágiles superarán el desconcierto”. Qué gran verdad. El autor desgrana estas diez claves en sendos capítulos, de los que podemos aprender mucho, porque ilustra la historia no sólo de una escudería prácticamente sin patrocinadores, que aprovechó una oportunidad tecnológica, que contaba con un piloto jubilado y un chaval, sino que también nos habla de La Roja (con mucho acierto) y de los estilos de Pep Guardiola, Marta Domínguez o Rafa Nadal.
Antoni recoge asimismo los “10 mayores riesgos para los negocios globales” según Ernst & Young en 2009:
1. Crisis del sector bancario
2. Cumplimiento normativo
3. Recesión económica
4. Ecologismo radical
5. Nuevos competidores
6. Recorte de costes
7. Gestión del talento
8. Alianzas y transacciones
9. Redundancia de modelos de negocio
10.Riesgos reputacionales
Efectivamente, la fórmula uno y las empresas comparten, como dice el autor, características determinantes en su configuración:
- Alta competitividad que requiere de innovación constante
- Valor de la experiencia y del trabajo en equipo
- Capacidad de adaptación al modelo, a los cambios
- Acción inmediata orientada a los resultados
Para Antoni Gutiérrez-Rubí, la empresa del siglo XXI es Velocidad + Talento + Redes. Una gran ecuación.
Como nos recuerda Antoni en el libro, “el mundo pertenece no a quien sabe, sino a quien aprende”. De un artículo de Jaume Llopis (IESE) en La Vanguardia el agosto pasado, extrae las “nuevas reglas” (es mejor ser ágil que ser grande; encontrar un nicho y crear algo nuevo que ser el nº 1 o nº2; dar valor al cliente que al accionista; mirar fuera y no dentro que reducir costes; contratar gente apasionada que a empleados A; mejorar a largo plazo que los resultados a corto). Nos comenta que el Banco Santander obtuvo en 2007 una rentabilidad del 400% por su inversión en McLaren-Mercedes, que cada minuto se suben 20 horas de vídeo a YouTube (el equivalente a 86.000 películas de Hollywood a la semana), que hoy el rápido se come al lento, que la palabra “crisis” viene del sánscrito “kri”: limpiar, purificar y que en griego significa “decidir” y que la audacia española supone dos grandes premios (Montmeló y Valencia), un doble campeón del mundo (Fernando Alonso), pilotos como Marc Gené, Pedro Martínez de la Rosa y Jaime Alguersuari, y ahora una escudería: el equipo Campos Meta. Además, el Santander patrocinando a Ferrari.
Hoy, en Cinco Días, Antoni Gutiérrez- Rubí escribe una columna titulada Redes y empleo. Se refiere a las redes sociales y su papel creciente en la búsqueda de empleo. “La empresa 2.0. empieza a comprender el mercado 2.0. El uso profesional y laboral de las redes sociales se adapta bien a un contexto de nueva economía sin fronteras y globalizada, al desarrollo de modelos laborales más flexibles y descentralizados y a la rápida generación de nuevos perfiles laborales en sectores emergentes. Muchos profesionales ya saben que la mejor manera de mantener su empleo (y su empleabilidad) es ser muy activo en las redes sociales como una nueva concepción de la creación de la identidad profesional.
Crear y gestionar la propia identidad digital y establecer de manera continuada, y mucho antes de precisar un cambio de empleo, una nueva forma de relacionarse construyendo vínculos estratégicos alrededor de intereses comunes o complementarios será la clave de un nuevo modelo de relación laboral. El tiempo del CV estático se acabó. Tener un currículum competitivo es tener un currículum digital, en constante construcción, relacionado y abierto donde, además de acreditar conocimientos, se demuestren lazos reputacionales y rastros digitales que acrediten las verdaderas competencias”.
Así es. En la medida que el talento es “poner en valor lo que uno, sabe, quiere y puede hacer”, son nuestras relaciones las que lo ponen de manifiesto. Brawn GP como caso de éxito y las redes sociales así lo atestiguan. Enhorabuena, Antoni, por difundir tus reflexiones de una forma tan acertada.