Dos grandes empresarios

No todos los días uno tiene el privilegio de trabajar en temas de gestión de talento y de valores corporativos con dos grandes empresas como son el Grupo Santander y el Grupo Leche Pascual.

Un servidor ha pasado la mañana en la Ciudad Financiera del Santander en Boadilla, con una cincuentena de los más altos directivos de la casa, primero escuchando las presentaciones corporativas dentro del Programa Liderando el Crecimiento del Grupo y luego facilitando una sesión sobre Generar Confianza y Desarrollar el Talento como Pilares del Liderazgo.

Me ha impresionado muy positivamente el trabajo que la Dirección Corporativa de RRHH está realizando en el Grupo Santander. Su apuesta transformadora, conservando lo que ha hecho grande a este Grupo, por la Gestión del Talento a partir de la Responsabilidad y el Compromiso de sus líderes, grandes palabras que sólo se bajan a la arena del día a partir de ideas claras, una visión compartida y duro trabajo.
No me extraña nada que los 130.000 profesionales de esta entidad en todo el mundo se sientan muy orgullosos de los logros realizados y de la cultura corporativa (“el modo de hacer las cosas”) que están poniendo en marcha.
Y sin embargo, por lo visto, lo mejor está por llegar. Bajo el lema “Santander eres tú”, el Grupo está realizando una serie de acciones de generación de compromiso, de difusión de la marca como empleador preferido y de muestras de solidaridad. Entre ellas, la carrera “Santander eres tú”, que tendrá lugar entre los próximos 1 y 3 de octubre, saliendo de Pereda en Boadilla (en la Ciudad Financiera) y llegando al Paseo de Pereda en la ciudad de Santander. 510 kilómetros con relevos cada 10 kms. en 52 horas, a una media de 1h y 9 minutos por kilómetro, sin paradas y sin pasar por la autopista. En El Escorial, a las 14.25 del jueves 1, se leerá un manifiesto relativo a los valores del Santander, que son el dinamismo, la innovación, la fortaleza, el liderazgo, la orientación comercial y la ética profesional. La carrera forma parte de las celebraciones de los 150 años del banco, sirve para apoyar la candidatura de Santander como Ciudad Europea de la Cultura 2016 y para ayudar a la ONG “Save the children”.

Por la tarde, reunión en la sede corporativa del Grupo Leche Pascual con los profesionales de CIVSEM (Centro de Investigación en Valores Sociales y Empresariales), perteneciente a la Fundación Tomás Pascual Sanz, que dirige Miguel Ángel Velázquez. Es verdaderamente admirable lo que ha conseguido este grupo empresarial en los últimos 40 años, desde sus inicios en la fábrica de leche de Aranda de Duero, y su decidida apuesta por los valores.
La filosofía de actuación del CIVSEM se concreta en cuatro ejes:
- Servicio a Empresas orientadas a generar un ambiente de convivencia productiva, basada en el respeto, la confianza y la integridad de las personas.
- Ofrecer oportunidades de incorporación al mercado laboral a personas con dificultades de acceso (inmigrantes, discapacitados, fracaso escolar, etc.) orientándoles a los puestos más adecuados a sus posibilidades.
- Formación integral y positiva a nivel profesional (conocimientos y habilidades) y en valores humanos.
- Formación en Valores, Metacompetencias y Competencias a Equipos Directivos para generar sintonía con las realidades emergentes.

Y los valores de gestión del Grupo Leche Pascual son los siguientes:
- Búsqueda de rentabilidad a medio y largo plazo.
- Creación de empleo y riqueza en el medio social en el que opera.
- Respeto medioambiental.
- Compromiso con sus clientes y consumidores.

Tenemos que sentirnos muy orgullosos de que en nuestro país haya organizaciones (desde España, para el mundo) como el Grupo Santander y el Grupo Leche Pascual. Sentirnos muy orgullosos de que haya auténticos empresarios como Emilio Botín-Sanz de Sautuola y como Tomás Pascual Sanz. De que a partir de su impulso hayan generado organizaciones muy grandes basadas en valores y que además, desde la insatisfacción y la búsqueda de la mejora, están haciendo un esfuerzo para avanzar como empresas preferidas para trabajar. Se trata de grupos empresariales verdaderamente admirables.

Ayer estuve viendo el primer programa de “El Aprendiz”, la versión nacional del formato que en su día lideraron con éxito el magnate inmobiliario Donald Trump en EEUU y el empresario Alan Sugar en GB, y que aquí lleva adelante Lluis Bassat, considerado el mejor publicista del siglo XX, un empresario al que admiro mucho. Más allá de que Bassat preconiza unos valores mucho más positivos que los de sus colegas anglosajones en el programa (especialmente Trump, defensor del yuppismo y del “llanero solitario”), me inquietó que los jóvenes candidatos a trabajar con él (16 chicas y chicos, con sus masters y sus idiomas) no tuvieran ni el 10% de la garra, del empuje, de la iniciativa, del carisma, del encanto personal de emprendedores de raza como Emilio Botín o Tomás Pascual. Sé que no es fácil, pero entre más de 3.000 jóvenes que se habían presentado al “casting”, algunos podría haber. Por otro lado, aunque sé que es el primer programa, el liderazgo en los dos “equipos” (el de las chicas y el de los chicos) lo eché a faltar absolutamente. Esperemos que la cosa cambie.

De momento, más allá de los programas de la tele, admirar y aprender de los empresarios de verdad, de los que crean grandes proyectos por los que sentirse orgullosos, me parece que es una práctica. Os la recomiendo con la mayor humildad.