¡Es genial volver!

“¡Es genial volver!”. La frase es del gran Rafa Nadal, que ha regresado a las pistas tras más dos meses fuera del circuito (modestamente, la frase podía haber sido de un servidor tras un par de semanas de vacaciones. Ayer me llamó el Rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, mi amigo Salvador Ordóñez, para vernos el próximo miércoles en el Palacio de la Magdalena y activar algunos proyectos. Estupendo). En realidad, las declaraciones del tenista manacorí tras haber jugado la primera ronda de dobles con su entrenador Francisco Roig contra Novak Djoikovic y Dusan Vemic y haberles ganado 7-5 y 6-4 han sido las siguientes: “”Estoy muy contento, es genial volver. Además el ambiente ha sido muy bueno y una victoria es siempre una victoria, aunque sea en dobles.” Rafa Nadal es de los que reivindican que para ser feliz hay que pasárselo muy bien con lo que uno hace. Nos enseña mucho en todo lo que hace-y cómo lo hace-.

También ha vuelto La Roja, nuestra selección de fútbol, en un amistoso contra Macedonia y a 302 días del Mundial de Sudáfrica. Tras el tercer puesto en la Copa Confederaciones, a La Roja le esperan grandes momentos.

Comida en Villa Toledo, en Las Caletas de Costa Teguise. El sexto de los restaurantes (seis de seis) del Plan de Mejora Gastronomía de Hecansa y el Gobierno de Canarias en esta zona. Unas vistas maravillosas al mar y unos pescados deliciosos. He podido disfrutar de media docena de estupendos restaurantes conejeros.

Entre las lecturas de estos días, la Guía Naïf de costumbres canarias, escrita por el novelista y poeta Rafael Arozarena, Premio Canarias de Literatura, con la obra pictórica de Ángeles Violán, la gran pintora naïf tinerfeña. El libro nos habla de las tradiciones de estas islas: la casa campesina, nacimiento y bautizo, el arrorró (canción de cuna canaria), la destiladera, el chorro (de agua), lavando en la atarjea, la curandera, mujeres calando, las gangocheras, las lecheritas, vendedoras de pescado, alfarería, vendedora de pasteles, plataneras, la cochinilla, desgranando “millo”, almendros en flor, la vendimia, en la era, la recogida de papas, la plaza de la iglesia, San Juan a la playa y San Pedro al monte, La lucha canaria, Enrames, La silla enramada, La boda, Enramando la cruz, Alfombras de flores, La procesión…

Para quienes les guste la pintura naïf, Ángeles Violán es una referencia absoluta. En el epílogo de esta guía naïf, Ángeles escribe: “A través de las costumbres de nuestra cultura canaria, la mujer destaca por su generosidad, por su fuerza y dulzura, siendo durante muchas generaciones el pilar en torno al cual converge la vida ya que, aunque culturalmente la mujer estaba sometida al marido, su espíritu conciliador y amoroso alegraba y armonizaba las relaciones familiares, era la mujer y la mujer-madre, el punto de referencia en la vida familiar.
Yo he querido a través de mi obra hacer un homenaje a esta mujer cuya labor diaria siempre estuvo poco valorada, la casa era un desastre si ella no estaba o de ponía enferma, nada funcionaba, ella era indispensable, algo así como la fuerza de la cohesión, era realmente “el alma de la casa”. Trabajadora y luchadora nada se les resistía, por eso desempeñó además múltiples trabajos fuera de casa con el fin de sacar a los suyos adelante, pero por orgullo y por cultura, casi nunca, ni el hombre ni la sociedad de la época valoraron a esta mujer como realmente se merecía.
Hago extensivamente este homenaje a todas las mujeres, a las mujeres de todos los lugares, las mujeres fuertes, alegres, nobles, de corazón generoso y abierto, dadoras de vida, mujeres que tienen los brazos y la mente abierta. A la mujer atemporal, a la PERSONA con cuerpo de mujer. Con amor.” Ángeles Violán.

Y un poema de la propia Ángeles:

Pregunté a la Madre Naturaleza: ¿Quién soy yo?
Y ella me contestó: En tu corazón está la respuesta.
Yo soy…
Ese destello de luz en la mirada,
esa esperanza que no se expresa con palabras,
ese profundo anhelo de Algo que se sabe con certeza,,
alegre convencimiento interno que surge de mi alma:
¡Yo soy!

Por cierto, según los datos de la Federación de Gremios de Editores en 2008 (de los que se hace eco Javier Rodríguez Marcos en El País), el 80% de los lectores habituales lo son de literatura. De éstos, casi el 95% es de narrtiva. Sólo el 2’9% de ensayo, el 1’9% de poesía y el 0’9%. La tirada media de una novela es de 6.000 ejemplares, en tanto que un libro de poemas es un best-seller si vende 2.000 ejemplares.

Lo dicho. Necesitamos más poesía en nuestras vidas.