El blog de José Saramago

He disfrutado muchísimo, en el AVE de vuelta a Madrid, con el último libro del Premio Nóbel José Saramago, El Cuaderno. Se trata de las entradas de su blog desde septiembre de 2008 a marzo de este 2009.

Tuve la suerte de conocer personalmente a Saramago en Cantabria, con motivo del último Año Lebaniego. Organizamos un Curso de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) sobre el poder de la imagen en Potes (Picos de Europa), dirigido por un servidor, en el que el escritor portugués era la estrella principal. Recuerdo que todos nos alojamos en un hotel de la zona, y quedamos a cenar con Don José y con su mujer, Pilar del Río, el día anterior a la final del Mundial de fútbol 2006 (aquel Italia-Francia en el que Zidane tocó la gloria y terminó siendo expulsado por un cabezazo a un rival). Tras el partido, que se prolongó por los penaltis, cenamos juntos los organizadores con él y Pilar, Y después pasamos todo el día juntos. La conferencia de Saramago, multitudinaria, fue maravillosa, y el curso, mágico.

El Cuaderno está compuesto de algo más de 130 entradas en su blog, durante siete meses. Es el Saramago más comprometido, hastiado de Bush, Berlusconi y Sarkozy, defensor de la causa palestina, admirador de Ángel González, Antonio Machado, Roberto Saviano, José Luis Sampedro o Baltasar Garzón, esperanzado con la victoria de Obama, crítico con la izquierda (“la izquierda no tiene ni puta idea del mundo donde vive”) y que recupera para la Secretario de Estado USA su nombre de soltera, Hillary Diane Rodham. Siempre te anima a reflexionar.

De todos sus textos en este Cuaderno, me quedo con dos. El del 12 de febrero de 2009, titulado Decimos: “Decimos a los confusos, “Conócete a ti mismo”, como si conocerse a sí mismo no fuese la quinta y más operación de las aritméticas humanas, decimos a los abúlicos “Querer es poder”, como si las realidades atroces del mundo no se divirtieran invirtiendo todos los días la posición relativa de los verbos, decimos a los indecisos, “Comenzar por el principio”, como si ese principio fuese la punta siempre visible de un hilo mal enrollado del que bastase tirar y seguir tirando hasta llegar a la otra punta, la del final, y como si, entre la primera y la última, hubiéramos tenido siempre entre las manos un hilo firme y continuo del que no ha sido necesario deshacer nudos ni desenredar marañas, cosa imposible que suceda en la vida de los ovillos, y, si se nos permite otra frase de efecto, en los ovillos de la vida.”

Y el último del libro, 15 de marzo de 2009, titulado Presidenta. Está dedicado a su mujer, Pilar, en el día de su aniversario. “No habrá ninguna sorpresa para quien recuerde lo que sobre ella he dicho y escrito en el casi cuarto de siglo que llevamos juntos. Esta vez, sin embargo, quiero dejar constancia, y supremamente lo quiero, de lo que ella significa para mí, no tanto por ser la mujer que amo (que eso son cuentas de nuestro rosario privado), sino porque gracias a su inteligencia, a su capacidad creativa, a su sensibilidad, y también a su tenacidad, la vida de este escritor ha podido ser, más que la de un autor de razonable éxito, la de una continua ascensión humana.” El agradecimiento de un genio a quien le ha hecho más grande. Por ello le nombra Presidenta de su Fundación. “Nadie lo merecería más, ni siquiera de lejos. La Fundación es un espejo en el que nos contemplamos los dos, pero la mano que lo sostiene, la mano firme que lo sostiene, es la de Pilar. En ella confío como en ningún otra persona sería capaz. Casi me apetece decir: éste es mi testamento. Pero no nos asustemos, no voy a morir, la presidenta no me lo permitiría. Ya le debí la vida una vez, ahora es la vida de la Fundación la que ella deberá proteger y defender. Contra todo y contra todos. Sin piedad, si llegara a ser necesario.”