El nuevo gobierno

¡Qué deliciosa sorpresa la de ayer por la mañana, poder saludar y charlar durante un rato nada menos que con Juan Luis Guerra! Estábamos en un desayuno de trabajo con Vilma Arbaje, de quien ya he hablado en este blog, y de repente nos dimos cuenta de que Juan Luis Guerra estaba en una mesa cercana con otras dos personas, una de las cuales era George Nader, Presidente de Nader Enterprises, manager de JLG y, por esas “causalidades” de la vida, primo de Vilma Arbaje. Tanto Juan Luis como George son personas extremadamente encantadoras (como todo el mundo sabe, Juan Luis Guerra es de naturaleza introvertida, en tanto que George Nader es un relaciones públicas de los mejores que uno puede conocer en el mundo). Nos adelantaron que JLG saca disco nuevo, en vivo de un concierto en la ciudad de Santo Domingo. Dado que nosotros estuvimos casi tres horas en el Marocha Brasserie (uno de los referentes para desayunar en la capital dominicana, sito en la calle Gustavo Mejía Ricart nº 124 esquina a Manuel de J. Troncoso, que abre de 7 a 12 de la mañana) con tres personas sucesivamente, Juan Luis y George vinieron muy amablemente a despedirse y quedamos en vernos en España o en la RD.

Después, reunión en el Consejo Nacional de Competitividad con Andrés van der Horst y salida hacia el aeropuerto desde el hotel, donde nos recogió Felipe Arias, Director de VFA, la empresa hermana que Eurotalent tiene en la República Dominicana. El vuelo de Iberia de las cinco de la tarde (las 11 de la noche en España) salió puntual y llegó, como estaba previsto, a las 7.30 de la mañana.

De ahí a ducharme y cambiarme de ropa en casa y participar en directo en el programa Espejo Público de Antena 3, que empezaba a las 9, para hablar del nuevo gobierno. Si bien el programa lo presenta Susanna Griso, estos días de semana santa es Sandra Golpe quien le sustituye en esa labor.

He tenido el honor de compartir mesa (metafóricamente) con los periodistas Ignacio Camacho (que ha sido Director de ABC de Sevilla y es Premio González Ruano 2008 de Periodismo), Jesús Rivases (Director de la revista Tiempo) y Toni Bolaño (que sido jefe de Prensa del President Montilla).

Lo hemos pasado francamente bien (no ha sido la típica tertulia bronca y molesta, sino todo lo contrario), Sandra se ha sentido muy cómoda y en la conducción y hemos estado en directo unos tres cuartos de hora, lo que en un programa de estas características es un montón de tiempo.

He podido comentar que en estos momentos a todos los españoles nos interesa, y mucho, que este nuevo gobierno lo haga muy bien, como en su día al gobierno de Aznar empeñado en que cumpliéramos los criterios de Maastricht para el euro o en el gobierno de González para que entráramos en la Comunidad Europea. Que debemos mirar hacia delante y ayudar en todo lo posible para que el Ejecutivo afronte la crisis lo mejor posible, sin mezquindades partidistas.

¿Está la nueva vicepresidenta económica, Elena Salgado, preparada para resolver la crisis? En realidad, nadie lo esta (como ha dicho el Presidente Obama) para resolver una crisis sistémica tan profunda y global como la actual. Es reponsabilidad de todos. Sin embargo, Elena Salgado está más que preparada (ingeniera industrial, economista y máster en métodos cuantitativos de gestión) y cuenta con una sólida experiencia como ministra de sanidad y consumo y como ministra de administraciones públicas, donde ha cumplido con eficacia. Ahora debe impulsar un nuevo modelo económico (más allá de la construcción y del turismo baratero) en nuestro país.

Ignacio Camacho ha publicado hoy en ABC el artículo Solera avinagrada:
“Para renovar un Gobierno prematuramente marchitado, Zapatero ha llamado al dirigente en activo con mayor grado de agotamiento que queda en España. La presencia de Chaves en el Gabinete puede resultar incluso un alivio para los andaluces, víctimas de su cansino desgaste a lo largo de dos décadas de galbana, pero es cualquier cosa menos un impulso de frescura. El ya ex presidente andaluz representa el eslabón perdido del felipismo, cuya solera política está avinagrada por el tiempo, la abulia y la fatiga de materiales. Incluso en la época del esplendor gonzalista, Chaves fue siempre el paradigma de la indolencia y la desgana; su estilo es el de la estatuaria, el de la indiferencia, el de verlas venir y dejarlas pasar. Le ha alcanzado sin problemas para pastorear una autonomía en la que la maquinaria socialista domina con hegemonía clientelar una sociedad pastueña, pero de ninguna manera y en ningún lado puede suponer un revulsivo de nada.
Zapatero, el joven rupturista que liquidó con temeraria resolución la herencia de González, ha acabado refugiándose en los restos de la vieja guardia de su antecesor en un viaje involutivo que muestra la liviandad de su proyecto. A la que le han venido mal dadas le ha entrado un ataque de pánico. Con De la Vega, Chaves, Rubalcaba y Salgado en el núcleo duro, este Gobierno ha nacido con canas. Los elementos puramente zapateristas han quedado relegados a Ministerios huecos y sin competencias, papeles subalternos y/o decorativos, expresión de la vacuidad posmoderna de un estilo superficial y sin sustancia. Consumido por la parálisis, falto de ideas, ayuno de impulso, el presidente se ha echado en brazos de los antiguos pretorianos de Felipe, los elefantes con la piel encostrada por el fango solidificado de la vieja política, en busca de un bálsamo de pragmatismo que no es sino la confesión de su fracaso. Se le ha acabado la imaginación, ha embarrancado en su atrevimiento, ha perdido la lozanía y ha terminado pidiendo socorro a un grupo de veteranos encallecidos cuya mente está ya, como la del despedido Solbes, acariciando la perspectiva del montepío.
Chaves es el símbolo de ese paso atrás, de ese retorno al pasado que pesaba ya en la escena de Andalucía hasta provocar un anquilosamiento estructural muy parecido a un régimen institucionalista. Sus principales virtudes consisten en que goza del respeto histórico del partido y que su falta de empuje no provoca rechazo, sino sólo una perezosa sensación de apatía y «dèja vu». Ése es el gran fichaje de un Gobierno que tiene que proyectar al país hacia el futuro. Muy mal debe de ver las cosas el presidente cuando se conforma con el mediocre valor de la indiferencia.”

¿Solera avinagrada o experiencia? Entiendo que Ignacio Camacho defienda sus posiciones antigubernamentales (y Toni Bolaño las suyas a favor, atacando a Rajoy y a Javier Arenas) pero me parece que es pronto para saber qué va a ocurrir. No está el mañana (ni el ayer) escrito, como diría Machado. He recordado en el programa aquella frase de John Barrimore que a Raúl Gil le gusta tanto: “uno es viejo cuando sus añoranzas superan a sus sueños”. Si los pesos pesados del nuevo gobierno llegan con ilusión y con retos ambiciosos, serán jóvenes. Si los ministros (incluso los de menos edad) se dedican a administrar el pasado, serán viejos. A todos nos interesa que ocurra lo primero.

Todos hemos estado de acuerdo en que José Blanco, nuevo titular de Fomento, es un hombre pragmático, en que Ángel Gabilondo (que ha sido Rector de la Universidad Autónoma de Madrid) sabe muy bien lo que se hace en Educación para afrontar el proceso de Bolonia (y de paso la ministra Cristina Garmendia se dedicará plenamente a Innovación) y que Trinidad Jiménez desarrollará desde un ministerio de Sanidad, en el que la mayor parte de las competencias están descentralizadas en las comunidades autónomas, la ley de dependencia.

Personalmente creo que Ángeles González-Sinde, que ha sido Presidenta de la Academia y por la que siento especial aprecio, lo hará muy bien como ministra de Cultura. Para ser un ministro/ministra eficaz no hace falta ser un gran poeta o una gran guionista (en general, un buen técnico) sino ser capaz de liderar una organización muy compleja, como es un ministerio. El gobierno debe ser un verdadero equipo y cada uno de sus integrantes ha de liderar (orientar, comunicar, negociar, cohesionar, decidir…). ¿Bajo perfil o exceso de protagonismo? Es un debate estéril. En un extremo, los ministros totalmente desconocidos aportan muy poco (por no decir nada) al gobierno al que representan. De otro, es el Presidente de gobierno quien debe explicar la estrategia integral de su gobierno. L@s ministr@s han de ser líderes versátiles que generan sinergias entre ell@s.

Después me he ido con Zoe a comer y a ver la peli Monstruos contra Alienígenas en 3D en Kinépolis. Hemos podido saludar a Manu Claessens, Presidente de Kinépolis, que allí estaba, al pie del cañón, como se va a mantener durante toda la semana santa. Es lo que tiene un negocio así, que el anfitrión no descansa en los momentos de vacaciones. La película es muy entretenida para niños y mayores. Manu nos ha comentado que lo que está pegando no es precisamente Los abrazos rotos, sino Fast & Furious (una de coches a toda velocidad) y Mentiras y gordas (con guión, precisamente, de Ángeles Goznález-Sinde): pelis para adolescentes con el efecto de la TV.