Personalidades y Química

Hoy he tenido el privilegio de participar en el Curso Experto de Desarrollo Directivo organizado para EGMASA por ETEA en Sevilla. Hemos trabajado el Liderazgo, el Talento y el Compromiso en estos difíciles momentos económicos para 22 responsables de equipo de todos los departamentos de la compañía. Se me han pasado en un vuelo las ocho horas de formación (más el tiempo de la comida juntos y los descansos).

En el AVE de Sevilla a Madrid de las 18.45 h. he coincidido con el maestro Curro Romero, “El Faraón de Camas” (1933). Ha toreado cerca de 900 corridas, ha salido siete veces por la Puerta Grande de Las Ventas y es el diestro que más orejas ha cortado en una tarde (ocho) en La Maestranza. Es uno de los más grandes de todos los tiempos en el arte de Cúchares. Hemos intercambiado unas cuantas palabras y me ha impresionado su serenidad, su templanza, su tranquilidad y su equilibrio.

Durante el viaje, he leído el último libro de la antropóloga Helen Fisher, Why Him? Why Her? (¿Por qué él? ¿Por qué ella?), publicado este 2009. La Dra. Fisher ha encuestado a 39.913 miembros de Chemistry.com y, dividiendo a todos ellos en cuatro tipos de personalidad: los exploradores, los constructores, los directores y los negociadores.

Los exploradores son curiosos, creativos, aventureros, sexuales, impulsivos. Los constructores son calmados, persistentes, leales, tradicionales, cooperativos. Los directores son analíticos, decisivos, enfocados, competitivos, independientes y estratégicos. Los negociadores son imaginativos, verbales, intuitivos, idealísticos e introspectivos. De la muestra, son exploradores el 14’5% de las mujeres y el 12’2% de los varones; constructores, el 37’6% de las féminas y el 35’4% de los hombres; directores, el 23’4% de las mujeres y el 30% de los hombres y negociadores, el 24’5% de las féminas y el 22’3% de los varones.

¿Quién escoge a quién? Las mujeres exploradoras eligen a hombres exploradores en un 21% por encima de la media, a constructores en un 2% más, a negociadores en un 1% menos que la media y a directores en un -3%.

Los hombres exploradores eligen exploradoras en un 16% más de la media, a negociadoras en un 2% más, a constructoras en un 4% menos que la media y a directoras en un -9%.

Las mujeres constructoras prefieren hombres constructores (10% por encima de la media) y no tanto a exploradores (+2%), directores (-6%) y negociadores (-9%). Los hombres constructores prefieren constructoras (12%) y no exploradoras (-4%), directoras (-7%) y negociadoras (-10%).

Las mujeres directoras eligen hombres negociadores (+12%) y no hombres directores (0%), exploradores (-4%) ni constructores (-6%). Los hombres directores escogen negociadoras (+13%) y no directoras (+1%), exploradoras (0%) ni constructoras (-9%).

Las mujeres negociadoras prefieren hombres directores (+11%), negociadores (+3%) y no constructores (-7%) ni exploradores (-11%). Los hombres negociadores prefieren mujeres directoras (+15%) y no exploradoras (-3%), negociadoras (-3%) ni constructoras (-6%).

Por tanto, hay sintonía entre exploradores y exploradoras y entre constructores y constructoras; sin embargo, entre directoras y negociadores y entre negociadoras y directores.

La clave, según Helen Fisher, está en las hormonas. Los exploradores, que buscan sensaciones (que “se beben la vida”), se "alimentan" de dopamina. Los constructores, pilares de la sociedad, elevan la serotonina. Los directores se estimulan a través de la testosterona. Los negociadores, por estrógenos.

Son “compañeros de juegos”, “compañeros de ayuda”, “compañeros de mente” y “compañeros del alma”, respectivamente. Los exploradores, ávidos de sensaciones, buscan compañeros de juegos. Los constructores buscan compañeros de ayudas. Los directores buscan un/a compañero/a de mente. Y los negociadores buscan compañeros del alma.

Así funciona la química… Estímulo y respuesta.