Libros de amigos

A estas alturas de la temporada, seguimos iniciando procesos de coaching estratégico. Hoy, con el DG de una de las empresas más admiradas del mundo. El martes, con la Directora de RRHH de una gran compañía.

He recibido en la oficina varios libros de amigos. De Raúl Gil, Relatos en Cadena. Se trata de los mejores microrrelatos (100 palabras) que ha emitido la Cadena Ser. En su biografía, Rául se define así: “Nací hace treinta y dos años en Santander; entonces no había maternidad en Santoña. Presumo de ser medio gallego, por mi padre, y barcelonés militante. Pensé estudiar Sonido (para trabajar en la SER con Iñaki) o Ciencias Políticas (y hacerle discursos a Felipe); pero terminé matriculándome en Derecho, muy a pesar. Desde siempre me ha entusiasmado la política –la de verdad-, y fui Diputado y Director General de Juventud. Ahora llevo la comunicación del Parque Científico y Tecnológico de Cantabria, vivo más tranquilo y puedo dedicarme a mis grandes pasiones: leer, escribir relatos, viajar y catar buen vino.” Raúl es un gran talento (literario, social, político) y veremos grandes cosas de él en los próximos años.

José Antonio Menor, un gran editor, me ha enviado Un equipo campeón, una crónica de la selección española de fútbol y su triunfo en la Eurocopa. José Antonio analiza a los 14 jugadores más emblemáticos de La Roja como un cirujano. Cuando me envió el borrador, le hice llegar la siguiente cita que ha incluido en el libro: “El deporte de alta competición es uno de los mejores espejo en los que las empresas deben mirarse. Si su organización cuenta con un análisis del talento como el que José Antonio expone en este libro respecto a la selección española de fútbol, está de enhorabuena. En caso contrario, está hipotecando su futuro. Un equipo campeón te apasionará tanto si eres aficionado al fútbol como si deseas explicarte en la práctica por qué el éxito nunca es fruto de la casualidad”. Confío en que José Antonio Menor siga regalándonos ensayos tan profundos, didácticos y entretenidos.

Eduardo Martínez Rico, excelente periodista, ensayista prolífico y a partir de ahora novelista, ha publicado Cid Campeador. Se trata de una novela interesantísima sobre el héroe, sobre la conquista de Valencia y el ceñidor de la sultana Zobeida (“una joya maldita que asegura la muerte a su poseedor”).

Esta tarde ha sido la presentación del libro de Eduardo. El Dr. Abdel Fattah Awad, Consejero Cultural de la Embajada de Egipto y Director del Instituto de Estudios Islámicos en Madrid, nos ha convocado en la sala Taha Husayn del Instituto Egipcio de Estudios Islámicos a las 7.30 horas. En el acto, el propio Dr. Fattah como anfitrión, el escritor Jose Luis Olaizola (gran experto en el Cid), Alberto Santos (editor de Imágica Ediciones) y el autor, Eduardo Martínez Rico.

Ha sido un acto entrañable, sumamente interesante. El editor ha mostrado la ilusión que le produce lanzar un libro como éste. El Dr. Fattah ha señalado, en perfecto castellano, que hace muchos años leyó el Cantar del Mío Cid y su paralelismo con esta obra. José Luis Olaizola nos ha contado que, siendo un personaje real, Rodrigo Díaz de Vivar es mucho más interesante que el Rey Arturo, que es ficticio, y ha elogiado la forma de escribir de Eduardo. Y el propio autor ha comentado que “al simplificar el estilo, se estimula la imaginación” y la importancia de los recuerdos infantiles (en su caso, los dibujos animados de El pequeño Cid). El Cid es un héroe humano con una idea de España.

¿Cómo es esto de presentar un libro sobre el Cid Campeador en un centro árabe? El Cid fue soldado del rey cristiano Alfonso y para el de Zaragoza. Tuvo muchos amigos árabes, en un tiempo de convivencia entre cristianos, moros y judíos. Por otra parte, el Instituto Egipcio de Estudios Islámicos, desde su fundación en 1950, ha sido un “puente de culturas”, entre países, entre religiones. El Dr. Abdel Fattah Awad nos ha recordado que hay 2.000 estudiantes de español en Egipto, en cinco universidades punteras. El español es la segunda lengua de traducción, tras el inglés y por delante del francés. Un ejemplo de tolerancia en un mundo que debe avanzar hacia ella.