Tomarse en serio el Talento

Santa María de la Cabeza, viuda de San Isidro Labrador, fiesta en Madrid Capital. Me he tomado el día lúdico, con una comida familiar y descanso a lo largo del día.

Hoy ha habido varias noticias –tristes- ligadas a Expedientes de Regulación de Empleo (ERE). La dirección de Ford España ha anunciado un ERE temporal en la factoría de Almussafes (Valencia) que afectará a entre 1.000 y .1200 trabajadores y prevé eliminar el turno de noche. La dirección de General Motors va a suprimir 600 contratos en la planta de Figueruelas (Zaragoza). La dirección de SEAT ha acordado suspender el turno nocturno de producción de los modelos Altea y León, lo que supondrá dejar de producir unos 300 coches al día, aunque no afectará a la plantilla.

Dos periódicos económicos se hacen eco hoy mismo de los EREs. Juanma Roca, uno de los mejores periodistas especializados en management de nuestro país, titula “La crisis debe ayudar a rediseñar las propias ventajas competitivas”. Cita a varios expertos, como a Javier Fernández Aguado o Pilar Jericó. Javier considera que muchas compañías viven un estado depresivo, que “no han visto o no han oído los mensajes que avisaban de las crisis”. Pilar asiente en que las compañías se han olvidado de ese compromiso del que antes se presumía. Juanma también tiene la amabilidad de citarme, en el sentido de que Compromiso, talento y creatividad deben seguir formando parte de la estrategia de las empresas.

Marta Molina, en Cinco Días, titula su página “Cómo ser imprescindible en un mercado laboral agitado. Nos recuerda que en agosto se registró la mayor destrucción de empleo neto desde la crisis de 1993 (103.085 nuevos parados, hasta 2’53 millones de personas inscritas en el INEM). Cita a nuestro compañero de Eurotalent Juan Carrión, en el sentido de que “excederse hace peligrar el ambiente laboral, divide y convierte a la organización en una especie de conglomerado oscurantista, donde se castiga la transparencia y la naturalidad, principales cualidades para defenderse en un entorno de crisis”. Y Juan Carrión añade: “A largo plazo resulta una mala táctica porque despiertas las peleas internas, incluso entre directivos”: Diego Sánchez de León, socio de Accenture, considera que “2009 será un año cargado de oportunidades”.

No sé si la crisis (subida de precios, aumento de los tipos de interés, caído del consumo, crecimiento cero del PIB) está modificando los comportamientos de muchos directivos y muchas empresas o si, simplemente, afloran las conductas de directivos poco profesionales (esos “jefes tóxicos”) y de negocios que realmente no son empresas. Recordemos que, según IBM, sólo el 6% de las empresas gestionan de verdad su talento (y eso, en los buenos tiempos).

El Talento es más escaso que el Capital, también en estos momentos de crisis. Esta situación (en tres años, o más allá) limpiará los sectores, animará a concentraciones, promoverá organizaciones más ágiles, más sanas, más competitivas. Así de simple.

Quiero ser muy directo respecto a los EREs, al espíritu neotaylorista y la rentabilidad de las empresas humanistas:
1. ¿Sabe su empresa el talento que tiene y que necesita (definido por perfiles y con gestión del desempeño rigurosa)? Si no, en esta crisis lo va a pasar realmente mal.
2. ¿Dispone su empresa de una estrategia ilusionante, integral, con ventajas competitivas para el cliente, comunicada a todos los niveles? Si no, en esta crisis lo va a pasar fatal.
3. ¿Es su Comité de Dirección un autentico equipo, con misión, visión y valores, reglas de compromiso, un mapa de diversidad, pautas de confianza, plan de acción? Si no, en esta crisis lo va a pasar terrible.
4. ¿Le compensa al Talento de su empresa trabajar allí o piensa que los trabajadores son mero recurso cuyo coste debe reducirse? Si es lo segundo –aunque no lo diga en público, porque no es “políticamente correcto”, las probabilidades de supervivencia son muy bajas.
5. ¿Tiene su empresa mecanismos para que, si las cosas van bien, se beneficien todos, y si no son tan boyantes, se aprieten todos el cinturón? Retribución variable, beneficios sociales u otras fórmulas imaginativas para gestionar el compromiso… Si no, no le aseguro nada bueno.

Finalmente, no me cansaré de repetir que el clima laboral es el 44% de los resultados de negocio. Con esto de la crisis, si genera –voluntaria o involuntariamente- un clima enrarecido, irrespirable, olvídese de los buenos resultados.

Y como dice Javier Fernández Aguado, dentro de unos años nadie se acordará de esta crisis. Eso sí, habrá ganadores y perdedores, el modelo está cambiando y las claves están muy claritas.